viernes, 31 de marzo de 2017

Pensemos más en ellos

Día a día vivimos situaciones en las que los adultos somos muy egoístas y muy poco simpatéticos, pero hoy me quiero centrar  en lo poco empáticos que somos con los  más pequeños. 

El año pasado tuve la oportunidad de realizar mis prácticas de Grado Superior en Hamburgo (Alemania). Allí estuve trabajando en la Escuela "Kita Cocorí" con niños de 1 a 3 años. 

Cuando comencé en esa escuela, al principio me costó bastante adaptarme a su metodología, que para mi era completamente nueva.  Allí los adultos confían mucho más en los niños, tienen mayor libertad, experimentan mucho más con el entorno y tenían mucha mayor autonomía. 

Poco a poco me fui adaptando a la vez me gustaba más. Tengo preciosos recuerdos de los días que llovía y se hacían en el patio charcos enormes y los pequeños salían a jugar, cosa que en España lo más probable es que no hubiesen salido a la calle. También recuerdo cuando  llegó el verano y llenamos las piscinas  y salían todos en bañador y con sus toallas a divertirse con el agua.

También recuerdo, que cuando comencé, había una norma que era que no podías dar besos a los niños si no son ellos los que van a ti a dártelos. Al principio no entendía el por qué de dicha norma pero con el tiempo la fui comprendiendo. A lo largo de mi estancia se presentaban situaciones donde veía a adultos que venían de visita a la escuela de otros colegios y personas desconocidas cogían, besaban y abrazaban a niños que habían visto por primera vez. Imagino que es un instinto que nos sale con los pequeños, pero que debemos controlar. En esas situaciones no nos damos cuenta que el niño está recibiendo besos y abrazos de una persona desconocida. 

Pero esto también lo podemos aplicar a las personas que si conocen, Siempre que demos beso debemos preguntarnos si el niño quiere o no quiere y no por ser pequeños hacerlo sin mas sin pensar en sus sentimientos. Por mucho que te conozca se pueden presentar varias situaciones y puede que el niño en ese momento no tenga ganas  o este más entretenido jugando.

Por eso, una de las cosas más importantes que aprendí en Hamburgo, es que muchas veces no tenemos en cuenta sus pensamientos y como pueden llegar a sentirse los niños. Por eso considero que debemos ser mucho mas empáticos con ellos. 

Firmado: Paula Sanz Núñez

Las imágenes han sido seleccionados para que no se vea el rostro de los niños por protección.




2 comentarios:

  1. Paula muy interesante lo que cuentas, dar confianza a los niños es fundamental, creo que deberíamos aprender de este concepto y cambiar la forma. Indudablemente hay un trasfondo cultural en cómo se trata a los niños. También estoy de acuerdo con el tema besos y abrazos, siempre me ha parecido muy intrusivo y abusivo, yo me corto mucho cuando un adulto quiere que bese a un niño que me está presentado sin ver primero qué opina él, yo no permito que eso pase

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    1. La verdad que es un tema de mucha importancia que los adultos debemos cuidar
      Muchas gracias Pilar.

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